IN MEMORIAM RP Armando Nieto Vélez
Adjuntamos algunas de las imágenes más representativas de la conmovedora Misa de cuerpo presente del recordado Padre Nieto realizada el día de ayer miércoles 29 de marzo de 2017 en Miraflores.
Hemos concluido la transcripción de las sabias palabras expresadas por el reverendo encargado del discurso en la misa de ayer. Adjuntamos el texto integro en exclusiva para todos ustedes.
Discurso en la Misa de cuerpo presente del recordado Padre Armando Nieto, leído por el sacerdote que oficio la misa. (Transcripción de David A. Villanueva. Secretario de Prensa de PROMARINA)
“Justicia, Veracidad, Bondad, son dones virtudes que no pueden entenderse – desde nuestra fe – si es que no entendimos el vínculo que une al Padre con el hijo.
Las lecturas del día de hoy no pueden ser más acordes para el momento que hoy vivimos. Pues el evangelio de Juan nos recuerda el vínculo entre bondad y vida, que todo aquel que sigue a Cristo debe esforzarse en mantener. Ese vínculo hoy se estremece en nuestra mente y corazón ante la partida de un compañero Jesuita. Insigne historiador, Jesuita cabal, hombre discreto y de una gran fuente de bondad. Virtud que jamás olvidaremos pues incluso en situaciones complejas – como las que debió vivir – nunca dejo de tener la palabra y sonrisa amable y acogedora algo no siempre frecuente en el solemne mundo académico en el que se desempeño. El eco del Evangelio de Juan nos recuerda la resurrección como el justo epilogo a una vida de bondad y nos afirma en la esperanza de la vida eterna como don. Esa amabilidad que proponía Armando Nieto, recogía la vieja tradición propiciada en la pedagogía jesuita de Ignacio de Loyola, por la cual las humanidades: la retorica, la gramática eran herramientas para saber conversar y dialogar en búsqueda del bien común. El negociar con todos – dice el santo en una carta a los padres Cruet y San Nerón – los primeros enviados en misión. En el negociar con todos repito, hablando poco y tarde y oír largo y con gusto, respeto, amabilidad, dialogo y delicadeza fueron los rasgos del hombre, del Jesuita y del historiador que trato con coherencia al pasado del Perú, de la misma manera que se relacionaba con todos. Los estudios que hizo en historia, en jurisprudencia, filosofía y teología le dieron una perspectiva de comprensión de la historia en momentos de fuerte debate sobre esta disciplina en el Perú. Momentos en que las oposiciones y polarizaciones eran la moda en el Perú. Armando por el contrario supo recurrir al juicio ponderado que provenía de su condición evangélica, ante todo juicio desmesurado o injusto. Creo – decía él en un artículo suyo – que el juicio moral debemos dejárselo a Dios y contentarnos con un juicio profesional. Y añade “tenemos que penetrar en las razones que los hombres tuvieron para actuar así, y no de otra manera. Sabiendo que las razones no son necesariamente la razón”. En tiempos de injerencia y de la llamada post-cristiandad nos cuesta trabajo entender cómo puede darse el vinculo de la fé con el trabajo intelectual. Armando, es uno de los pocos intelectuales – que sin embargo – que supo infundir su perspectiva académica de los valores evangélicos y a la vez no perder el espíritu crítico y la objetividad.
En sus apuntes sobre la Iglesia Católica en el Perú publicaba como el catolicismos peruano de aproximadamente de los años 30 del siglo XX, pese a la circulación ya de la RERUM NOVARUM (1891) o la QUADRAGESIMO ANNO (1931). Ese catolicismo peruano decía no logro afrontar con decisión y coherencia, ni en la jerarquía, ni en los laicos – fueran de notables excepciones – las grandes cuestiones económicas y sociales.
Nos ha faltado a los católicos de la primera mitad del siglo XX una solida conciencia de los deberes sociales y ha predominado en general el divorcio entre la fe y la actuación de esa misma fe, frente a los hombres especialmente los más desfavorecidos y a quienes el evangelio da la preferencia.
De este difícil espíritu de equilibrio entre la comprensión de la historia de las personas y colectivos humanos y la advertencia crítica, pueden dar cuentas las distintas generaciones de seminaristas, sacerdotes, religiosas, religiosos, laicos – muchos de ellos aquí presente – a quienes acompaño en su fe sin, sin juzgar procedencias, ni estilos ó formas de vivir su fe.
No fue quizás fácil para él, mantener este equilibrio en tiempos amenazados por distintos frentes ideológicos – y sin embargo – siempre se mantuvo firme en sus convicciones amparadas en una verdad – para algunos indiscreta – pero para el consecuente con un principio de misericordia, que hoy el Papa Francisco pone en el centro de la atención a nuestra fe.
Decía al inicio, como el evangelio de hoy, nos recuerda el vínculo original, originario entre bondad y vida eterna. Es en estos momentos en que nuestra esperanza debe ser fortalecida ante el ejemplo de una vida plena al servicio de la razón y de la fe. En una conjunción no siempre fácil de sobrellevar. Yo no puedo dividirme “soy sacerdote católico” decía Armando en una entrevista al historia Gabriel García Higueras. “Creo que la historia es una conjunción de la libertad humana y los planes incognoscibles de Dios. No por incognoscibles menos reales. No sabemos hacia donde nos va a llevar el curso de la Historia. Pero sabemos – y eso lo dice San Pablo claramente – que todas las cosas contribuyen al bien de los que aman a Dios. Esta es una misión de Fe.
Es esa misión en la que nuestra mirada hacia el futuro personal y colectivo se dirige en tiempos de incertidumbre, en los hoy más que nunca el testimonio de un hombre como Armando Nieto de la Compañía de Jesús, nos arroja una luz en el camino, alumbrada por la virtudes que todos reconocimos en el, que son signos claros de la filiación que nos recuerda al hijo del evangelio de hoy. Pues ser amable y humilde fueron para muchos de nosotros un rostro de ese Dios, que nos acoge más allá de nuestras limitaciones e imperfecciones. Que este señor de la vida y la bondad te acoja también a ti – Armando – desde la fuente del amor y la humildad que hicieron posible tu corazón sencillo y caritativo que compartiste con generosidad con todos nosotros. Que así sea.”
Como han podido notar este notable discurso - si estuvieramos en una epoca de cultura, ciencia y arte en los medios de prensa - hubiera salido en algún diario o web el día de hoy. La nación aún no se ha dado cuenta de a quien ha perdido.
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Asociación en Pró de la Marina del Perú.